Siempre se nos ha dicho que trabajar dignifica a las personas. ¿Es así, verdaderamente? La pregunta admite tantas respuestas como formas de trabajar. La cuestión es saber si el trabajo nos aporta bienestar en nuestra vida. Para determinada gente, incluso, se puede tratar de términos antagónicos, porque ir a trabajar les supone un esfuerzo mayúsculo. En estos casos, hay que pasar a la acción. El trabajo no puede convertirse en una carga difícil de soportar. Nos quita un tercio de nuestro tiempo. Lo ideal sería trabajar en algo que nos llene por completo, pero como esto no siempre es posible, debemos poner de nuestra parte para hallar el bienestar.