Las hemos tenido toda la vida tan cerca que no les hemos dado el valor que se merecen. Ahora, parece que vuelven a ganar terreno. La consabida recomendación de cinco porciones al día ha ido calando en nuestras mentes. Y es que el consumo de frutas y verduras es una fuente de bienestar para nuestro organismo.
La vida moderna no favorece en ocasiones la ingesta de estos alimentos, pero debemos hacer un esfuerzo para incluir verduras en todas las comidas. Por ejemplo, podemos tomar tres piezas de fruta y dos raciones de verduras, una en forma de ensalada y otra como acompañamiento de un plato. La fruta fresca es, además, una alternativa ideal para los tentempiés. Una manzana a media mañana o media tarde es mucho mejor que el picoteo entre horas. Si lo que nos gusta es el zumo de frutas, mejor si lo hacemos en casa, ya que los que encontramos envasados a la venta pueden contener mucho azúcar.
AMPLIAR LA SELECCIÓN
También es importante la variedad en el consumo. Hoy en día podemos encontrar en el mercado una gran cantidad de frutas y verduras. Se trata de ir alternando para ampliar nuestra selección habitual. Normalmente, solemos comprar lo que más gusta en casa, pero también podemos ir probando nuevos productos. Por ejemplo, en cada compra en la frutería o verdulería, podemos coger el hábito de introducir alguna novedad junto a lo que solemos adquirir. El catálogo de productos es enorme y si no encontramos algo siempre le podemos pedir consejo al frutero. Nos queda mucho por descubrir. Hay muchas variedades desconocidas para el gran público. Es el caso de la endrina, una fruta de bajo valor calórico parecida al arándano. Muy rica en vitamina C, potasio y fibra.
LIMÓN, DIVINO TESORO
Las bondades de frutas y verduras son innegables, pero no se trata de hacer un decálogo sobre los beneficios de cada variedad. El objetivo es introducir o aumentar el consumo en nuestra alimentación. Debemos conseguir que se convierta en un hábito, de la misma manera que hemos interiorizado tomar un vaso de leche o un zumo al levantarnos. Por ejemplo, algo muy fácil de hacer y que está al alcance de tod@s es beber en ayunas el zumo exprimido de un limón con medio vaso de agua. El limón es un tesoro para nuestro bienestar. Es una fruta que podemos encontrar todo el año y que tiene multitud de usos en la cocina.