Un mínimo de actividad es necesario. Es algo que nadie puede objetar. Aún así, todavía hay gente que le cuesta moverse por diferentes motivos. No valen las escusas. Adquirir el hábito de caminar puede ser un buen ejercicio para esta clase de personas. Económico, apto para todas las edades y sencillo de realizar. Es mejor caminar que no hacer nada. De hecho, no hay ciudad o pueblo que no tenga su “ruta del colesterol”. Andar se ha convertido en una actividad habitual para mucha gente y no es extraño ver a cualquier hora personas de todo tipo caminando. Bien sea por circuitos habilitados por los propios ayuntamientos o recorridos alternativos, caminar es un buen recurso para mejorar nuestro bienestar.