Es saludable, refrescante, cien por cien natural y, además, sabe bien. ¿Aún no has probado la kombucha?
Es la bebida de moda en muchos círculos y cada vez está más presente en nuestras vidas. Gracias a empresas como Komvida, el producto se ha ido abriendo paso en el mercado español. De venderse inicialmente en tiendas especializadas ha pasado a distribuirse en grandes empresas. ¿El secreto? Que la kombucha produce bienestar.
No es fácil para un producto nuevo abrirse paso entre el consumidor final. Pero, realmente, siempre ha habido un espacio que cubrir en ese sector de población que no sabe qué pedir en una reunión social. Si no eres del refresco de cola o de la cerveza, las opciones se reducen. Por eso, la kombucha ha ido ganando terreno entre la gente que apuesta por probar nuevas experiencias. Y si pruebas, repites.
¿QUÉ ES LA KOMBUCHA?
Pero, qué tiene la kombucha para triunfar tanto. Pues la verdad es que no tiene nada especial. Simplemente, se trata de una bebida a base de té y la fermentación de una simbiosis de bacterias y levaduras denominada scoby (acrónimo del inglés que viene a decir lo mismo). Si acaso el secreto se encuentra en su preparación y conservación. El período de fermentación es clave, pues en función del tiempo transcurrido los microorganismos actuarán de una forma u otra. La elaboración artesanal y profesional es clave para que la kombucha triunfe en nuestro paladar. De hecho, no sabe igual cuando se intenta preparar en casa sin los conocimientos adecuados.
Lo más curioso de la kombucha es que un producto aparentemente nuevo lleva de una forma u otra más de 2000 años entre nosotros. Su origen se le atribuye a la dinastía china Tsin en el 221 a. C. En cuanto al nombre, provendría de un monje tibetano llamado Kombu. De ahí, kombucha (té de Kombu). El éxito del producto en Occidente ha llevado, incluso, a proclamar un día mundial de la kombucha, que se celebra cada 21 de febrero.
LA KOMBUCHA, BEBIDA PROBIÓTICA
La kombucha se ha puesto de moda debido a todos los beneficios que se le atribuyen. Esta bebida probiótica mejora los problemas digestivos y fortalece el sistema inmunitario, si bien no se recomienda su uso a niños y mujeres embarazadas, según la OCU. Como tantas veces ocurre, el éxito de un producto es aprovechado para producirlo de forma industrial. Y ahí puede estar el quid de la cuestión. Una buena kombucha necesita el máximo cuidado al elaborarse con organismos vivos. En este sentido, la calificación de IFS Food (protocolo internacional de seguridad alimentaria) de la empresa extremeña Komvida supone toda una garantía para el consumidor final.
Así que si aún no has probado la kombucha empiezas a llegar tarde. Es una buena forma de añadir bienestar a tus encuentros sociales, aparte de crear tendencia entre tus amistades. Hay de diferentes sabores, aunque el tradicional de té verde es el que sigue teniendo mayor aceptación. La de jengibre y limón también está muy buena.